Él trabaja  como conductor de una buseta de servicio público. A Luis  le pareció muy fácil pagar doce mil pesos diarios. En  3 meses termino de pagar este préstamo y pidió otro un poco más grande, pues se consideraba amigo del prestamista, quien le presto esta vez 3 millones, los cuales los debía pagar a mensual. 6OO mil pesos fue la cuota acordada. Durante 6 meses se tenía que cancelar la deuda. Con el primer financiamiento Fernando  pagó varias “culebras”, como el mismo lo dice que “ son deudas corticas”, en realidad, este primer préstamo le ayudo, y  él no se sintió colgado, a la hora de pagarlo.

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Fue por esto que decidió sacar el segundo crédito, que lo destino para darse lujos. Con esta plata saco un televisor, un juego de alcoba y salió a viajar con su familia. El primer mes no se colgó con el pago, tenía la plata de la cuota, pero no la pago a tiempo. Al segundo mes no hiso las cuentas muy bien.  Gasto más de lo debido.   No le fue bien en el trabajo.  No pudo pagarla el día que era. Desde ese momento, el prestamista va todos los días a la casa de Fernando. Ya no acepta que le abonen a cuotas.  Necesita la plata completa, o al menos la mitad de la deuda.

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Fernando al ver que se le había salió  de las manos los pagos del prestamo decidió hablar con sus familiares, para que le prestaran algo de dinero mientras él se acomoda y reúne la  totalidad de la deuda.

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En este momento se le cumplió el tercer mes y no tiene ni la mitad de lo de la cuota y mucho menos lo de los intereses diarios, que se aumentan con el paso de los días, él angustiado está pensando en irse de su casa y no pagar la deuda, pero teme por la seguridad de su familia y la de el  mismo.