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La pensión de los ancianos pobres

Por: Frankly Osmeyer Mayorga Sáenz

“La vejez es dura, cuando no se tiene plata ahorrada”

Con un subsidio de 150 mil pesos que recibe cada dos meses, Custodia Álvarez, una anciana solitaria sobrevive. Nunca paga transporte porque dice que “los dos mil pesos que le cobra el señor del carro le sirven para comprar el pan. Es una viejecita austera. Todos los domingos  camina 7 kilómetros para llegar al pueblo. Va  a la iglesia, escucha la misa de 7:00 am, compra el mercado para la semana,  y emprende  de nuevo el camino que la lleva rumbo a su casa. Uno creería que un anciano de edad avanzada se siente fatigado por los quehaceres de la vida, pero esta abuelita de 80 años se mantiene vigorosa y en buen estado físico.

 El subsidio del adulto mayor, nace en el año 2013. Este programa busca la protección de la población de la tercera edad, que no tienen pensión o que se encuentran en extrema pobreza; por medio de un auxilio económico. La ayuda que le brinda el gobierno nacional a los ancianos es de carácter bimestral, es decir un mes equivale a 75 mil pesos, Aunque Custodia afirma que “la entrega del dinero en muchas ocasiones se demora hasta tres meses”. Los requisitos para ser beneficiario del subsidio son cinco: 1).Ser colombiano, 2). Haber vivido durante los últimos diez años en Colombia, 3).Tener mínimo tres años menos de la edad que se requiere para pensionarse por vejez (57 años para mujeres y 62 para hombres) 4). Pertenecer a los niveles 1 o 2 del SISBEN, 5). No tener ingresos suficientes para subsistir.

 La reforma pensional amparada en el artículo 33 de la ley 100 de 1993, y modificada por la ley 797 del 2003 (promovida por el mandato de Uribe), incremento el número de semanas cotizadas y la edad de jubilación. Antes de esta ley el número de semanas cotizadas eran 500, después de esta reforma pasaron a ser 1000 semanas que se debían laborar para recibir los frutos de muchos años de trabajo.  Sin embargo, desde el 1 de enero del año 2005 las semanas cotizadas vienen aumentando. Para que un trabajador reciba su pensión, actualmente, debe haber laborado 1300 semanas. Es casi imposible jubilarse en Colombia.

Custodita, como popularmente sus vecinos la llaman, tiene cinco hijos, quienes la visitan pocas veces. Nunca pagó un fondo de pensiones, porque su pequeña parcela cultivada en café sólo le daba para los gastos necesarios de su familia. “La vejez es dura, cuando no se tiene plata ahorrada” afirma ella. Un par de gallinas y una perra son su única compañía. La mayoría de sus vecinos le dan la comida, cuando no tiene dinero. Ya no recolecta café, porque el peso del galón le genera un fuerte dolor en la cintura. No le gusta la ciudad, porque sus hijos la tienen encerrada y no la llevan a misa los domingos. Cientos de colombianos de la tercera edad afrontan esta realidad. Estimado lector, deténgase un momento en la lectura e imagínese que su vejez es similar a esta. 

Según un informe de Colpensiones (régimen público de primera medida) “en Colombia, aproximadamente, hay 1,6 millones de pensionados. Una cifra reducida. Pues hoy el país tiene  5,2 millones de adultos mayores”. Esto significa que, una de cada cinco personas recibe pensión. Esta situación empeora si se tiene en cuenta que el 68% de la población colombiana tiene un trabajo informal, y, en efecto sus posibilidades de abonar a un fondo de pensiones es mínimo. Para el año 2050 puede ser que usted y yo no gocemos de pensiones, pero quizá sí gocemos de una dolorosa próstata o una artritis reumatoide, de esas que deforma  las articulaciones de forma exagerada. Y puede ser que para el año 2050 los geriátricos hayan bajado de precio.

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