Carrera contra el tiempo
Deivid Triviño es un joven estudiante de ingeniería mecánica y apasionado por los autos desde que tiene memoria. Este sueño empieza desde que, con trabajo y esfuerzo, se puede comprar su primer auto: un mazda 323 modelo 94; un poco viejo, pero con un motor potente.
Gracias a lo que le ha enseñado su carrera y con el amor que le tiene a los motores, él decide empezar a condicionar su vehículo para entrar a competir. Después de unos meses, un poco de sudor, aceite y grasa logra conseguir su primera carrera clasificando a la categoría TC 2000 carrera de velocidad realizada en el autódromo de Tocancipa el club de las tortugas.
Pero, una noche conduciendo de vuelta para su casa, orgulloso de lo que había logrado, a más de 80 km/h, sufre un accidente; se estrelló con un taxi que se pasó un semáforo en rojo. Las consecuencias fueron graves; pérdida total de ese pequeño mazda que le había traído tantas alegrías, perdiendo toda posibilidad de llegar a tiempo a su carrera en la TC 2000.
Triviño en su angustia de ver que su sueño se escapa, pide ayuda a su primo que lo ha acompañado siempre en estas válidas. Junto con él, consigue formar un grupo de trabajo y patrocinio con SDE, un laboratorio automovilístico de la ciudad de Bogotá.
Ahora, a menos de un mes para su carrera, y con una inversión de aproximadamente 11 millones, logran reconstruir a su viejo amigo el pequeño mazda 323, que ahora, se ve más fuerte que nunca y con las luces altas puestas en la meta.